Creí llegar contigo al cielo vil,
traidora y me engañaste.
Con tus espejos de colores
me volviste un ser infame.
Cuánto dolor impuse
a los que, hoy me doy cuenta,
me amaban
perdiendo su afecto y respeto
mientras a ti me entregaba.
condenando a este idiota
a una vida de horrores.
Ya ni quiero mencionarte
Vil, abyecta y putrefacta
infierno de la juventud,
negocio de los inmorales.
Tu hazle caso a este imbécil,
porque ella no perdona,
te va matando despacio
y sin ninguna dignidad.
Por si no te has dado cuenta,
de la droga estoy hablando
¡Contra ella hay que luchar
y hay que dejarla de lado!
No hay comentarios:
Publicar un comentario