Triste vida la de aquél
que carece de objetivos,
viviendo un vivir falso
sin fundamento ni sentido
Vegetando entre vapores,
sobreviviendo por instinto
dependiendo de la suerte
y de valores mezquinos
Penoso pervivir
sin futuro ni destino
arrastrando sus cadenas
en un mundo hueco y frio
¡Ay de él! Nos lamentamos,
más no somos tan distintos
tan sólo polos opuestos
del mismo sistema inhumano