Cruzo contigo una mirada
en la que todo lo mío te digo,
leyendo a la vez en tus ojos
aquello que de ti aún no conozco.
Jamás nos habíamos visto
y sin embargo ya te amo
pues a través de tus ojos encuentro
todo lo que siempre he buscado.
No es necesario que hables
como yo tampoco lo hago,
si el mensaje llega a destino
bastará con un pícaro guiño;
y sin palabras, sólo con eso
sabré que nos entendimos.
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