domingo, 20 de septiembre de 2009

DAR Y RECIBIR

Cuando sólo por recibir
preocupados estamos
es lógico observar
que ya nadie da.

Y cuando nadie da
no hay nada por recibir.
¿Porqué critican entonces
que las cosas estén cómo están?

Tal vez se enojen conmigo
quienes al mendigo dan limosna
como si fuera generoso
dar unas pocas migas
de lo que sobra de torta.

O quienes van a la iglesia
con su tapado y sus joyas
a pedirle al señor sin escuchar

la enseñanza que el Maestro dejó.

Más, si se enojan me alegro,
porque el mensaje llegó
y si lo piensan un poco
tendrán que darme razón.

¡ Ay de quién cierre sus ojos
y nada haga nunca por otros!
Porque la vida en sus vueltas
a cada uno devuelve
de lo que da, siempre el doble.

No hay comentarios: