Tú, que siempre llamas a rebato
¿No comprendes que,
en medio del griterío
mi silencio es revolución?
Tú, que clamas por justicia
alimentando mientras a los perros
¿No ves que sin nada tener
yo soy más justo que tu?
Y tú, que reclamas paraísos
que han sido prometidos hace tiempo
¿No entiendes que para llegar
hay que ir por buen camino?
Pides, reclamas, exiges
Nunca escuchas a tu hermano
nada te importa del caído
y valoras en el egoísta tu egoísmo
Pide ayuda si es necesario
pero que sea para levantarte
no la limosna miserable
de quién finge desde el cielo darte
Tú y sólo tú
puedes comprender lo que aquí digo
y quizás abrir un nuevo camino
del cual hay un gran destino...
¡TÜ!
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