Y los ves pasar
embutidos en su piel
mostrando en sus rostros
el sabor amargo de la hiel
Burbujas de odio
indiferencia y desprecio
miserables buscando
a quién de su mal acusar
Fantasmas resentidos
de corazones vacíos
incapaces de dar
ni el saludo nomás
Son soberbios en todo
mejores que los demás
y no se dan cuenta que están
enterrados en lodo
Ellos viven juzgando
los errores ajenos
un punto, una coma
son causal de condena
Y cada día, al levantarme
me observo bien al espejo
rogando por no verme
parecido a ellos
No hay comentarios:
Publicar un comentario